Conozco a María Gray desde hace tiempo. Una mujer luchadora y creativa que entiende el arte, o lo que es lo mismo, la vida, como una actitud… un deseo, un todo.
También he transitado por algunos de sus trabajos plásticos y he visto de cerca su desempeño televisivo…y me ha alegrado verla de nuevo en acción con otra de sus vocaciones, el teatro.
Y lo hace con un texto de la mexicana Ximena Escalante en un pequeño teatro madrileño, Lagrada, situado frente al mítico La Cuarta Pared.
Grito al cielo con todo mi corazón, en un montaje de Rafael Gordon, es la expresión en clave femenina de diversas relaciones entre mujeres vistas bajo un prisma concreto, el que muestra algunas de las peores claves humanas que a veces las atenazan.
Mi enhorabuena a María por este empeño valiente que le hace medirse como actriz (junto a su compañera de reparto, la italiana Donatella Danzi) en el estrecho y difícil espacio de unas tablas que invitan a difuminar la línea que separa al espectador de los dramas humanos.
En Madrid, hasta el 2 de abril…