La maleta es una actividad de aprendizaje cooperativo y trabajo con las emociones que se hace con alumnado de Primaria. Consiste en llevar al aula una maleta( caja decorada, bolsa bonita, mochila….) donde hemos metido tres cosas que son importantes para una misma. La abrimos y, sacando los objetos uno a uno, vamos explicando al grupo el porqué de su importancia. Al final se contestan las preguntas que nuestras compañeras quieran hacernos.
La maestra también participa en el juego y un día saca su maleta.
Mi hijo.
Una prenda de ropa de cuando mi hijo era bebé y que guardo en el armario en una cajita especial, es el primer objeto que muestro. Mi decisión de ser madre, tardía y meditada, me ha proporcionado el saber disfrutar de la ternura, conocer las amarguras de la responsabilidad, aprender a amar sin condiciones, reconocer a su padre y a mí misma en sus rasgos y manías , a conocerme mejor y a soltar amarras.
Por circunstancias de la vida, somos dos freakys viviendo juntos, cada uno a su rollo, pero compartiendo maravillosos momentos serie, cine, música, libros, política…. Un momento siempre especial es cuando estamos juntos en un concierto o cuando acudimos a un estreno y comentamos al salir.
Sin duda, una decisión acertada.
Los Beatles.
Me gusta mucho la música. Elijo un disco de los Beatles porque a ellos les he amado. Amado de amor de verdad. Llevaba sus fotos en la carpeta del instituto, me sé todas sus canciones, su vida, sus muertes. He llorado, amado, reído, con ellos y por ellos. Y me enseñaron inglés. Inglés de Gran Bretaña, esa nación que me fascina. La más clasista, imperialista, pomposa y neurótica de las naciones….que ha sido la patria de mis sueños de niña y de adolescente. Desde que leí la primera historia de Guillermo Brown y me imaginé jugando a polis y cacos con los Proscritos (¡qué supernombre para una pandilla!), tomando el té con pastel de ruibarbo y galletas de gengibre, escandalizando a la clase media rural llena de normas cual corte victoriana…. ¡Qué glamour!
Londres es mi ciudad fetiche. Hace mucho que no voy. La extraño.
Ser maestra.
Una foto donde se ve a un grupo de alumnos celebrando el día de la tortilla al lado del río Henares. Su maestra, en la foto, soy yo. Años 80.
Al principio quería ser periodista. Estudié Periodismo y quería ser en el fondo como Mary Noticias, un tebeo que leía de pequeña cuya protagonista era una aguerrida joven informadora con el bolso colgando del hombro. Pero, al tiempo, sentaba a mis muñecas en filas y les daba clases por las tardes después de hacer los deberes. Al final, opté por la enseñanza.
¿Por qué me gusta ser maestra? Porque trabajar para que las criaturas sean buena gente y conozcan el mundo en el que viven me parece una suerte en vez de una profesión. Las risas y el afecto están aseguradas. Y el seguir aprendiendo con ellas y de ellas.
Otra buena decisión.
Amigas, esta es mi maleta y este mi mensaje: ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!
¡Esa maestraza!
Hermosa maleta!