Aun suponiendo que se llevara a cabo un pacto educativo, se revirtieran los recortes y se aumentaran las plantillas, dada la línea que siguen los debates y propuestas, el año próximo seguiríamos teniendo razones para la movilización educativa.
El modelo en el que se basa nuestro sistema educativo, a pesar de lo que proclama, no pone al niño y a la niña como centro del proceso de aprendizaje y enseñanza. Si lo hiciera, la contradicción en la que incurre la LOMCE, entre principios y desarrollo no se produciría. Lejos de esto, la centralidad del currículo la ocupan los contenidos y la evaluación y este hecho marca totalmente el resto de factores desde la metodología, a los espacios, pasando por la organización y los tiempos.
El aumento de carga horaria a las asignaturas troncales. Matemáticas y Lengua puras, demuestra lo poco que entienden los políticos de Educación. El retorcer los momentos evolutivos y los ritmos de aprendizaje de las criaturas para encajarles en los estándares de aprendizaje, demuestra lo poco que les importa la formación integral de las personas. El mantener una organización escolar rígida en formas y fondo y una desconfianza básica en las posibilidades de autonomía de profesorado y alumnado, indica a las claras que el modelo, desde un punto de vista pedagógico y del momento histórico en que vivimos, no es el adecuado.
Se exigen resultados a corto plazo, basados en conocimientos, no en competencias ya que no es posible desarrollarlas adecuadamente encorsetadas en la rigidez de la escuela. Resultados que podamos exhibir en los diferentes tests regionales, nacionales o internacionales, que, a su vez, están basados en las necesidades del mercado, no de las personas. Porque si nos basáramos en el desarrollo de las personas, daríamos prioridad al bienestar emocional, al equilibrio personal, a la relación interpersonal, a la autonomía, a la creación de proyectos personales y colectivos, a la cooperación, a la implicación social, a la capacidad crítica, y a un largo etcétera de competencias que no tienen espacio apenas para ser desarrolladas en un sistema competitivo de evaluación resultadista y numérica y en unos tiempos y espacios sin sosiego y sin sentido.
Por eso, el necesario debate social no se debe producir de manera superficial, aunque sea importante revertir en lo posible el desastre, sino en un planteamiento que deje atrás el neoliberalismo educativo y aborde de manera radical, un nuevo paradigma.
Por eso estoy en huelga. Feliz día de lucha.
Querida Julia desde mi reciente condición de jubilada me uno a tu análisis y celebro la capacidad de síntesis de tu pensamiento, se ve que no eres niña LOMCE. Espero que no se escude el profesorado en causas económicas para no ir al paro . La lomce es un retroceso de años y tira por la borda el trabajo realizado durante los últimos 20 años
No se puede explicar mejor! Totalmente de acuerdo.
¡Qué grande eres amiga!