(El fotógrafo)
… Cuando así hubo hablado, Atenea, la de los ojos de lechuza, fuese al Olimpo, donde dicen que esta la mansión perenne y segura de las deidades, a la cual ni agitan los vientos, ni la lluvia la moja, ni la nieve la cubre -pues el tiempo es allí constantemente sereno y sin nubes-, y en cambio la envuelve esplendorosa claridad; en ella disfrutan perdurable dicha los bienaventurados dioses. Allí se encaminó, pues, la de ojos de lechuza tan luego como hubo aconsejado a la doncella. …
Homero. Odisea (Rapsodia VI llegada de Odiseo al país de los Feacios).