No soy historiadora ni esto es una tesis doctoral, así que desde el principio anuncio que no pienso entrecomillar nada y que haré una interpretación libre de los datos que averigüé con ocasión de la vista a la que tal vez sea la iglesia más antigua de España que se mantiene en pie. Es al menos la que puede acreditar su antiquísima edificación mediante una inequívoca inscripción en piedra mandada grabar por el rey visigodo Recesvinto.
Me refiero a la Iglesia de San Juan de Baños en Palencia, levantada en el s.VII
Monarquías no hereditarias, demasiado moderno para nosotros.
Pues bien, intentando saber quien era Recesvinto me entero de que entre otros muchos asuntos, redactó una ley para que los bienes de los reyes no pudieran pasar a sus descendientes sino que, si hubieran sido obtenidos en el ejercicio de su cargo, quedaran para la propia monarquía, lo que al tratarse de monarquías no hereditarias, suponía, de hecho, hacer que dichos bienes pasaran al Estado.
Reconozcamos que visto desde la actualidad esto puede hacernos pensar que hemos ido para atrás como los cangrejos, y no solo porque la Jefatura del Estado se herede de padres a hijos ( fórmula abiertamente predemocrática o antidemocrática) sino porque los bienes conseguidos por un monarca en su cargo le pertenecen sin más. Véase como ejemplo el caso de las hipotéticas comisiones por las obras del AVE a La Meca y en general contabilícese (si se pudiera, claro) lo que tenía el rey emérito cuando llegó al trono y lo que tiene a día de hoy.
Pero hay más sorpresas
El sucesor de Recesvinto, Wamba, no quería ser rey porque era ya mayor, (¿se imaginan al príncipe Carlos de Inglaterra negándose a gobernar?) pero finalmente tuvo que aceptar el cargo; cargo que, sin embargo, estaba sometido a ciertas normas que de incumplirse podían acarrear el cese del mandatario. Ese fue el caso del desafortunado Wamba quien, según se dice, engañado, incumplió la norma de no tener vinculaciones con la Iglesia ya que fue tonsurado, hecho que significaría cierta posibilidad de ser ordenado sacerdote.
Y, ¡caramba!, si este caso lo comparamos con la actualidad también llama la atención que a los reyes de mil cuatrocientos años después se les permita incumplir cualquier norma sin que se les pueda obligar a abandonar su puesto, pedir algún tipo de explicación o exigir responsabilidades.
También se da la paradoja de que cuando un partido progresista en el poder trata de impedir aforamientos de políticos, como ocurre estos días, excluya a cualquier miembro de la casa real.
Conclusiones
Por tanto, en una simple excursión de fin de semana y con la sencilla ayuda de Wikipedia (como veis, cito la fuente) he podido sacar varias conclusiones a favor de los reyes godos cuya lista tuve que aprender en mi tierna infancia.
- La historia de Recesvinto y Wamba (¡sabe Dios qué más descubriríamos si investigásemos a Recaredo!) contradice la idea de progreso aplicada al desarrollo de la historia humana.
¡Vivan los reyes godos!
- Creemos razonar de forma avanzada, incluso moderna, y sin embargo como colectivo aceptamos anacronismos como la monarquía borbónica, mil veces más retrógada (en el sentido de menos adecuada para una sociedad democrática) que las formas de gobernar de hace 1400 años.
¡Vivan los reyes godos!
- El importe de las (”supuestas” se dice, ¿no?) ) comisiones del AVE a la Meca pertenecen al Estado Español y no al rey que las consiguió gracias a la influencia de su cargo.
¡Vivan los reyes godos!
- Los reyes también deberían tener que cumplir las normas.
¡Vivan los reyes godos!
- La separación Iglesia-Estado es imprescindible para gobernar, como bien sabían… ¡los reyes godos!
Por cierto, la Iglesia de San Juan de Baños bien merece una visita, así como los restaurantes de la zona. Me he hecho fotografiar ante ella con mi móvil para dar verosimilitud al hecho de ser la autora de las fotos utilizadas en este artículo; lo aclaro por si en un futuro se me ocurriera ocupar un cargo público y ok diario o ABC decidieran escarbar en mi biografía de piratilla.